miércoles, abril 30, 2008

Y mala publicidad para unos montadores de toldos



Luis pregunta si la foto del post anterior es de mi coche: no, no lo es (¿tengo cara de ponerme ese tipo de pegatinas en el capó?). Pero la siguiente foto sí que es de mi casa:


Resumen de mi diálogo con los montadores del toldo esta mañana:

-"Tengan cuidado al taladrar. La pared exterior es de hormigón: muy resistente, pero delgada."
-"No se preocupe."
-"..."
-"Disculpe, creeemos que la broca ha perforado la pared."

martes, abril 29, 2008

Mala publicidad para un taller de chapa y pintura


Dellenmeister significa "el maestro de las abolladuras"

viernes, abril 25, 2008

Hay cosas que el dinero no puede comprar... y otras por las que no estoy dispuesto a pagar.


Ahora que me caduca la antigua, acaba de llegar mi nueva tarjeta de crédito. Pero va a salir de esta casa por el mismo sitio que por el que ha entrado, es decir, por correo.


"Ideal para hoy, preparada para el mañana.
Más seguridad: Con la tarjeta inteligente MasterCard y con MasterCard SecureCode paga usted de ahora en adelante de forma aún más segura y utiliza hoy los estándares de seguridad del mañana."


¿Tarjeta inteligente? Suena bien. Dentro de la tarjeta se encuentra un chip para el uso en transacciones con terminal, aparte de la tradicional banda magnética. El chip tiene capacidad de procesado (como si fuera un ordenador en pequeñito pero que no funciona a pilas, sino que se alimenta externamente a través del lector de tarjetas), mientras que la banda magnética sólo podía almacenar información. Durante una compra con tarjeta inteligente tiene lugar un proceso de autentificación mutua en línea, en el que la entidad financiera comprueba la autenticidad de la tarjeta y la tarjeta comprueba estar comunicando directamente con la entidad financiera. Este proceso se lleva a cabo por medio de criptografía asimétrica, en el que retos matemáticos son intercambiados y tienen que ser procesados y resueltos por el otro extremo. Sólo el que realmente sea quien dice ser (tarjeta o banco), será capaz de resolver el reto. Generalmente se suele decorar el proceso con la introducción de un PIN por parte del comprador, para proporcionar seguridad adicional a otro nivel ("realmente soy el titular de la tarjeta y lo demuestro con lo que poseo - la tarjeta, y con lo que sé - el PIN"). Este es el estándar de tarjetas inteligentes de crédito.

A fin de cuentas, una tarjeta de crédito con chip es definitivamente un avance. Si hubiera tenido una tarjeta inteligente en su momento, el restaurante italiano no hubiera podido tratar de robarme 1000 Euros con sólo saber el número. Bueno, ¿y qué es eso de SecureCode?

SecureCode está orientado a compras desde casa por Internet. En el mundo de Visa esta tecnología se llama "Verified by Visa", aunque el concepto es el mismo: cuando se realiza una compra en una tienda en línea que forme parte del programa SecureCode, el navegador es redirigido automáticamente a la página web de la entidad financiera correspondiente, donde se introducen los datos de la tarjeta, y una contraseña, que sólo es conocida por el banco y por el dueño de la tarjeta. Si el dueño de la tarjeta consigue autentificarse frente al banco, el banco da luz verde a la tienda en línea para procesar la compra.

SecureCode no es mala idea, y es mejor que la situación actual, donde basta introducir número de tarjeta y fecha de expiración (a veces también el CVV) para identificarse como su dueño (¡Todos los sitios en los que haya pagado alguna vez en mi vida con tarjeta conocen estos datos!). Pero SecureCode cojea del mismo pie que todo este tipo de soluciones con contraseñas en Internet: es susceptible a la estafa, al phishing, porque no se puede esperar del usuario que sea realmente capaz de poder distinguir una página real de la entidad financiera de una falsificada. Ni siquiera yo me considero capaz de hacerlo sin problemas. Pero bueno, si no quieres usar SecureCode, no tienes por qué hacerlo.


Lo que realmente me mata de mi tarjeta nueva es ese logotipo que tiene en su reverso donde de repente leo PayPass. O sea, que tomo todas las precauciones del mundo para no ir dando los datos de mi tarjeta a cualquier hijo de vecino, pero al mismo tiempo la tarjeta tiene dentro un RFID que transmite a mi alrededor por radiofrecuencia esta información, lo quiera yo o no lo quiera. Una idea tan buena como la del pasaporte electrónico alemán. El RFID, para marcar ganado y objetos de almacén, pero no para intercambiar información confidencial, por favor.



¿Y cuáles son las increíbles ventajas de una tarjeta de crédito con RFID? ¿Cuál es el gran ahorro en términos de comodidad, de sacar una tarjeta del monedero y sostenerla en el aire delante de un receptor frente a tener que deslizarla por un lector de banda magnética? ¿Menos desgaste del plástico, menos esguinces de muñeca?

Quizá ya no haya tarjetas de crédito sin RFID en este mundo, no lo sé. En ese caso me tocará pagar en comercios en metálico y comprar en Internet a contrareembolso. Mejor. Ninguna empresa de mercadotecnia podrá perfilar mis hábitos de compra.

domingo, abril 20, 2008

Mi hobby #23



Esperar a no tener ningún ordenador más en la casa con conectores SCSI-1 para encontrar un viejo disco duro mío (anno domini 1994) y querer borrar sus contenidos antes de tirarlo.

martes, abril 15, 2008

Quiero ayudarte.. ¿y me haces pagar por ello?


Once euros me cobra el peluquero por lavar y cortar, pero sólo si voy sin cita. Si uno quiere fijar una fecha/hora para el corte, hay que pagar un recargo de dos euros.

Primera pregunta: ¿No debería preferir el peluquero una llegada controlada (y controlable) de clientes, en vez de un proceso estocástico? Una sala de espera más grande de lo necesaria es una pérdida real de dinero; clientes que dan la vuelta y se van al ver una lista de espera demasiado larga, también. Muchos otros establecimientos con un tiempo de atención medio elevado, pero previsible (p. ej. la consulta del médico) desean expresamente una cita previa. Si es así, ¿entonces por qué desincentivar al cliente con una multa para que no te avise a qué hora va a llegar?

Y segunda pregunta: Pongamos que encuentro el sistema injusto, falible y estúpido y quiero ahorrarme los dos euros. ¿Qué me impide concertar una cita por teléfono para una persona imaginaria, y luego entrar de manera casual en la peluquería a la hora fijada, esperar a que mi hombre de paja no aparezca, y ser atendido inmediatamente?

viernes, abril 11, 2008

Protege tus ideas



Supongamos que te quieres hacer un sombrero de papel de aluminio para proteger tu cerebro de radiaciones electromagnéticas provenientes de alienígenas que quieren leerte el pensamiento. Venga, no va de coña, contesta: ¿lo harías con la cara brillante del papel de aluminio hacia fuera o hacia dentro? ¿hacia fuera? ¿tú también? ¡bienvenido al club!

¿Por qué tiene el papel Albal dos superficies de características distintas, en primer lugar? Debido al proceso de laminado: Las hojas de aluminio se doblan sobre sí para ser más resistentes y que no se rasguen durante la fabricación. La parte de la hoja que ha estado en contacto con otra hoja tiene el acabado mate, mientras que el reverso es brillante.

Bueno, pues la Sra. Tempora-Mores envuelve siempre los alimentos dejando la cara mate al exterior, al contrario que yo. Rápidamente identificamos en ello una fuente potencial de conflicto matrimonial y en Internet pudimos aclarar de una vez por todas que en realidad da igual qué cara esté en contacto con el alimento: las propiedades de conservación son idénticas. Pero lo curioso es que, aun después de haberlo aclarado y haber pasado ya un tiempo, ninguno de los dos hemos cambiado nuestro hábito: no dejamos el proceso de envoltura al azar y -está claro- no nos pasamos al otro bando. ¿Tozudez? ¿Programación genética? ¿Control extraterrestre?

Ahora en confianza: ¿no tienen bocatas sobre el salpicadero del coche muchísimo más glamour cuando brillan que cuando son mates?

lunes, abril 07, 2008

La verdulería de TVE



Hmmm... una alcalchofas fresca están siempre muy buena.

Esto debe de formar parte ya del programa de mejora de calidad de TVEi del PSOE...

viernes, abril 04, 2008

Ordinal poco ordinario


Así como en español añadimos un "º" o una "ª" detrás de un número para indicar que se trata de un ordinal (p. ej. "quinto" o "quinta") en vez de un cardinal (es decir, "cinco"), en alemán se añade un punto. Creo que en finés también usan esta notación.

Sinceramente, me gusta más disponer de un carácter especial como indicador ordinal, que reusar un carácter que ya existe1. Imagínate que una oración (en alemán o en finés) termina con un número ordinal, por ejemplo (ejemplo en alemán, que mi finés está algo oxidado):

Das ist die 5.

Nunca sabrás si significa "es el cinco" o "es la quinta", porque no está claro si el punto es un indicador ordinal o un punto y aparte.


Y la pregunta habitual: ¿a qué viene todo esto? Pues porque el hotel Vorbach, que está en Hamburgo, ha puesto las habitaciones 601 a 604 en la planta baja. Siguiendo una lógica aplastante, han colgado el siguiente directorio de habitaciones:


Y aquí encontramos el "0. Stock". De momento no me atrevo ni a traducirlo. Esta delicia matemática hay que dejar que se disuelva lentamente sobre la lengua. ¡No muerdas, no mastiques!

A los pisos se les puede dar nombres. Al piso a nivel de tierra se le puede llamar "planta baja" o lo puedes bautizar "piso 0". Al siguiente en altura se le puede llamar "piso 1", y así sucesivamente. Por mí como si nos saltamos el "piso 13" porque somos supersticiosos. Pero esto son nombres, no son adjetivos ordinales. Si existe una sucesión ordenada de objetos, siguiendo un criterio dado, alguno será el primero. Ahora supongamos que llega un objeto nuevo y se coloca antes del primero. Entonces el primero deja de ser el primero, y pasa a ser el segundo. Y del duodécimo piso se pasará siempre al decimotercero, aunque el "piso 13" no exista.


"0º piso" ¿El cerésimo piso? ¿El cerero, quizá?

1 Aunque se parecen bastante, el "º" no es el mismo símbolo que el "°", que es algo más pequeño y es el indicador de grados.

miércoles, abril 02, 2008

El T-Rex, el Triceratops y el Conejo de Pascua

"¡Tengo ganas de que lleguen la primavera y la Pascua!"
"¡A pesar de mi sonrisa forzada, a mí también me gusta la Pascua!"
"Un conejo que me triplica en tamaño me parece anti-natura."
"¿Y éste conejo miniatura nos va a traer regalos? No sé yo..."


El Sábado Santo nos fuimos a visitar el museo Senckenberg de historia natural en Frankfurt. La pequeña K estuvo dormida en los momentos más cargados de adrenalina del recorrido.
Y recordemos que en cualquier ocasión le puede salir a Marcos su vena de payaso. Sus hijos ya han aprendido a seguirle la corriente para no avergonzarlo en público.
Y el conejo, al día siguiente, cumple: toma casita (mejor, casona) de juguete que me plantó el lepórido en el medio del despacho. Como dice Luis: "Cuando nosotros éramos nanos, no había de estas cosas..."