He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser
Vale, quizás exagero un poco. Pero he visto Saturno y sus dos satélites más grandes, Titán y Rea, con estos ojitos de piñón y con la ayuda de los avances tecnológicos.
El fin de semana pasado, Tim y yo, envueltos en mantas (cosas del frío) en la terraza cazando estrellas:
Para orientarnos en el cielo hemos usado el excelente programa Stellarium en el portátil. Basta con introducir tus coordenadas y ¡tachán! carta celeste instantánea, con animación temporal, con posibilidad de hacer zooms y con base de datos de estrellas, constelaciones, planetas y satélites. Más o menos esto es lo que he visto (con este tamaño):
Mimas, Encélado y Dione no se han podido distinguir bien (por turbulencias atmosféricas) y se han mostrado como una mancha clara y difusa.
Quiero comprarme un telescopio propio, ¡ya!