La Valencia más inestable

En mi memoria, es como si el edificio Presidente V en la Playa Puebla de Farnals lo hubieran construido desde el principio con esas tres gigantescas estructuras metálicas de color ocre rojizo en sus costados. Por más que me esfuerzo, no puedo recordar la imagen del edificio antes de que lo apuntalaran. Pero yo sé bien que, a principios de los años 80, en días de viento fuerte las plantas más altas de sus veintipico pisos se bamboleaban tanto que no eran habitables y también sé que, tras un estudio de posibles patologías en el subsuelo, decidieron reforzar los cimientos con esas estructuras en vez de derribarlo y construirlo de nuevo. Ésa es la versión valenciana de un amortiguador de masa. ¡Impresionante!

La Valencia más frondosa

Los ficus del Parterre son impresionantes, uno de ellos tiene casi 160 años de antigüedad. Su copa alcanza 23 metros de altura y sobrepasa los 36 metros de diámetro. Si la ves desde el cielo es tan grande como la rotonda de tráfico de la plaza Puerta del Mar:

Un paraíso para los amigos de los bosques entrenados en la escalada a pulso.

Sobre uno de ellos el viento debe de haber depositado una semilla porque ahora le está creciendo encima una palmera.

La naturaleza le ha ganado aquí en majestuosidad a los edificios de Calatrava.

La Valencia más estrecha

En la Plaza Lope de Vega de Valencia está al parecer el edificio más estrecho de Europa. Mide 107 cm por dentro (espero que por fuera mida lo mismo). Tantas veces he pasado por delante sin haberme fijado y va y tengo que enterarme de ello en una serie para niños de la televisión alemana: