viernes, agosto 18, 2006

Inundación en la oficina

Estamos en verano, la época de las lluvias súbitas e intensas. Y también la época de las vacaciones-santillana y de las inundaciones con correos electrónicos del estilo

Subject: out of office

Ich werde bis zum 24. August nicht im Büro sein.
In dringenden Fällen wenden Sie sich bitte an xxx@xxx

I will be out of the office until August 24th.
In urgent cases please contact xxx@xxx

En principio, estas contestaciones automáticas son útiles: sabes que no vas a tener respuesta inmediata de la otra persona (que es la expectativa habitual hoy en día en el mundo del e-mail) y puedes reaccionar en ocasiones urgentes dirigiéndote, en su defecto, a un tercero. El lado oscuro de las respuestas automáticas es, sin embargo, que ahorita mismo estoy recibiendo mensajes de éstos en cantidades ingentes, incluso de personas que no conozco, y ya no sé a qué correo de quién no voy a recibir respuesta hasta cuándo.

¿Por qué ocurre esto? En primer lugar están las personas que son tan guays como para configurar su cliente (o su servidor) de correo para enviar respuestas automáticas, pero que olvidan introducir las excepciones. Por ejemplo: Nunca envíes mensajes de ausencia a una lista de correo a la que estés suscrito, porque a las personas que ahí leen y escriben, poco les importa si te has ido de vacaciones o a criar malvas. En el peor de los casos, la autorespuesta va a la propia lista, lo que puede desencadenar otras autorespuestas e iniciar así un diálogo para besugos, como en un mano a mano de dos bots de charla. En el mejor de los casos la respuesta va a parar al buzón de un extraño sorprendido.

Luego están los agentes de autorespuesta que no memorizan a quién le han enviado ya un correo y a quién no. Combinando con una lista de correo, el resultado es enervante: No sólo no sé quién es el Sr. Fulano Zutano Mengano, sino que además su ordenador me restriega por las narices con saña varias veces al día que él está en las Bahamas, probablemente hartándose a cócteles, mientras yo estoy en Agosto en la pegajosa ciudad currando y discutiendo temas de trabajo por correo.

Y por último tenemos los mensajes de autorespuesta que no dan indicios acerca del correo que los ha originado y ponen constantemente tu propia memoria a prueba ("¿y yo cuándo escribí al tipet este y para qué?"). En concreto, mi querido Lotus Notes no rellena los campos In-Reply-To o References en la cabecera del correo, los cuales generalmente contienen el identificador del mensaje original. Después de comunicar esta semana el bug a IBM e informarles de que están violando el RFC 3834, la reacción del soporte técnico en Irlanda ha sido llamar por teléfono aquí a la oficina para preguntar dónde pueden encontrar el RFC ése en Internet.

Sólo me queda por decir: "O tempora, o mores!"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sólo me queda por decir: "O tempora, o mores!"

Creo que en este caso es más apropiado "Quosque tandem, Lotus Notes, abutere patientia nostra?"

:-P