lunes, diciembre 14, 2009

34 tacos, Bernoulli y yo


Me voy haciendo mayor y veo ya los efectos de la edad por todas partes. Por ejemplo, ahora no sólo me molestan los oídos al despegar y aterrizar el avión, sino también cuando el tren de alta velocidad en el que viajo (en estos momentos ICE de München a Frankfurt) pasa por un túnel. Lo del avión y lo del cambio de altura está más o menos claro, pero... ¿por qué al entrar o salir de un túnel noto un cambio de presión en los oídos?


Un tren (y cualquier otro objeto en movimiento) desplaza el aire que se encuentra en su camino. A cielo descubierto el aire desplazado se reparte en todas direcciones, pero en un túnel (y más si es estrecho) eso es más difícil. Una cierta cantidad se ve empujada hacia delante, junto con el tren en dirección a la salida, pero la mayor parte del aire se introduce por la ranura que queda entre las paredes del túnel y el tren y fluye hacia atrás, en dirección a la entrada. Ese flujo de aire crea una presión negativa a su alrededor (proporcional al cuadrado de la velocidad del aire) de acuerdo con el principio de Bernoulli. Y esa presión negativa succiona aire del interior del tren hacia afuera, la presión en el interior del vagón disminuye y mi tímpano se resiente. Así de sencillo.

El principio de Bernoulli es por cierto también el responsable de que las chimeneas funcionen: el viento que sopla por encima de la boca de la chimenea crea una diferencia de presión entre la boca y la base, que absorbe el humo hacia arriba y hace que la chimenea "tire".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mm no me convence. Quieres decir que en el túnel hay exceso de aire y eso hace que salga el que estaba dentro del tren, en vez de entrar más...en el próximo viaje tendrás que llevar un barómetro para ver si la presión aumenta o disminuye.

Marcos dijo...

Señor anónimo, siento que no te convenza. El principio de Bernoulli no es muy intuitivo... cosas de la ciencia :-)