martes, septiembre 15, 2009

Mi cita con la canciller


No ha sido precisamente un tête-à-tête, sino en un mitin.

Si en las elecciones generales del próximo 27 de Septiembre yo pudiera votar aquí -que no puedo-, no votaría CDU, pero no me costaba nada pasarme por el mitin hoy en Frankfurt porque era en la estación central (a tiro de piedra de la oficina), a la hora de la pausa de mediodía, y además... bueno, pues porque tenía curiosidad, ¡nunca antes había ido a un mitin político!

Lo primero que tengo que decir es que sin haber sido una lección magistral (luego más sobre eso), el evento ha empezado cum tempore, es decir, me he pasado un cuarto de hora académico esperando, mirando a un podio vacío mientras recibía empujones y pisotones. La plaza se iba llenando de activistas de otros grupos que tenían claras ideas de cómo sacarnos de la crisis financiera mundial. Lo cual no me habría importado mucho si no hubieran insistido en pasear públicamente esas ideas en pancartas gigantescas que me quitaban gran parte de la visibilidad del escenario. Estimo que en el recinto no habría más de mil personas. Al final he encontrado un sitio decente cerca de unos agentes de policía (nunca se sabe) y me he dedicado a escuchar.

La canciller ha sido presentada con unas breves palabras pronunciadas por el primer ministro de Hesse y de repente ahí estaba Angela Merkel delante de mis ojos, a punto de hablarnos. Para comenzar, un saludo y una introducción salpicada con referencias históricas, a la reunificación y a Konrad Adenauer, primer canciller de Alemania (también de la CDU, pero muy respetado por todo el pueblo). A continuación un pequeño salto acrobático hacia adelante en el tiempo y mención del aniversario en el día de hoy de una quiebra que cambió el mundo. Mención a la quiebra, mención a Frankfurt como la capital económica de Europa (¡saludos cordiales a Londres de mi parte!), y la canciller hábilmente empalma con el eslógan del partido ("Wir haben die Kraft" - "Nosotros tenemos la fuerza") y ya explica cómo todos juntos podemos sacar Alemania adelante, lanzándose a las obligatorias promesas electorales: crecimiento económico para luchar contra el desempleo, inversión en educación, ayuda a la investigación para ser líderes de exportación, apoyo a las energías renovables... todo muy poco comprometido (¿qué partido de la oposición quiere incremento del desempleo? ¿estudiantes zompos? ¿contaminación?). Luego dice que dentro de unos días vendrá de nuevo de todas maneras a inaugurar la IAA, (¡eh, Luis, a lo mejor tú también la ves!), pero que no quería dejar pasar la ocasión de parar en Frankfurt mientras está de paso. Por último le regalan una caja con el tradicional Apfelwein local y se acabó.

En unos 20 minutos todo ha terminado: la gente empieza a dispersarse, la canciller se sube en su Rheingold Express con el que viaja por toda Alemania haciendo campaña electoral y deja la estación tal y como había llegado. Yo me vuelvo pensativo al trabajo: Si quieres informarte del programa de un partido, mejor vete a Internet.


Imagen tomada hoy en Frankfurt en el marco de unas reflexiones sobre la posible conexión de esta ilustre dama al Grupo Bilderberg

2 comentarios:

El Salsero dijo...

Si en las elecciones generales del próximo 27 de Septiembre yo pudiera votar aquí -que no puedo-, no votaría CDU

Pues yo sí. Qué otro candidato puede ofrecer lo que nos ofrece Angela Merkel?

La única vez que estuve en un mítin fue en Viena hace diez años, para ver a Jörg Haider (también conocido como "Satan's little helper" y "Hitler v2.0". Tenía curiosidad por ver al tío, para poder contar que le había conocido antes de que se hiciera mundialmente famoso por anexionarse Polonia, atacar Rusia y enviar a los inmigrantes a las incineradoras. Por desgracia, antes de poder hacer todo eso, el muchacho se mató en un coche oficial volviendo a casa después de una juerga, así es que tengo que buscarme otra forma de romper el hielo en las fiestas.

También vi una vez a Joschka Fischer, ex líder de los verdes y ex ministro de exteriores en el gobierno de Gerhard Schröder. Los verdes tenían un mítin en la Konstablerwache, que me pillaba de paso al volver a casa después del trabajo.

Tengo la impresión de que los mítines son asuntos más sosegados aquí en Alemania que en España, donde traen a gente de los pueblos en autobuses, según dicen las malas lenguas.

Chetoo dijo...

En autobuses, ¡y con bocadillo y bebida! Cuando no paella en el cauce del Turia.

Mucho tiene esto que cambiar para que yo vaya a ver a un político.

Como dice el Señor Mores, no me digas el qué, dime el cómo.

¡Ah! Y sí, tener estudiantes zompos sí es su objetivo, una masa electoral poco educada es conveniente para esta gente tan interesada (me ha costado no poner un improperio mayúsculo).