sábado, noviembre 05, 2011

RIPE en Viena


Hacía mucho que no estaba tantas horas de golpe en un hotel de convenciones sin apenas tiempo para salir. Pero no podía irme de Viena sin haber hecho antes dos cosas:


1) Probar el escalope vienés más grande del mundo.


2) Ir al Große Saal del Wiener Musikverein, cerrar los ojos e imaginarme que estoy dirigiendo el Concierto de Año Nuevo.

1 comentario:

Magneto dijo...

Sencillamente espectacular...