domingo, noviembre 22, 2009

El Proyecto Manhattan saluda


El 6 de Agosto de 1945 la primera bomba atómica lanzada contra la humanidad estallaba en el aire a 600 metros de altura sobre este edificio:


El radio de destrucción total de edificios tras la explosión fue de 1,6 km y de daños provocados por incendios y radiación mejor ni hablamos. El A-Bomb Dome (arriba) y otras construcciones cercanas se mantuvieron en pie precisamente por estar situadas en el hipocentro de la explosión, lo que les permitió soportar mejor la onda de presión (perpendicular y hacia abajo). La siguiente maqueta en el museo Memorial de la Paz da una idea de cómo quedó Hiroshima tras la explosión:


En ese museo había también otras muchas cosas bastante desagradables que no tuve estómago de fotografiar. Algo más bonito es el castillo Hiroshima (reconstruido, evidentemente):



Para visitar la ciudad nos alquilamos una mañana unas bicicletas motorizadas:

La batería alimenta la iluminación y te ayuda mucho a vencer la inercia durante el arranque o a subir cuestas, pero hay que pedalear contínuamente para mantener la marcha.

Los fanáticos de la tecnología hacen una visita obligatoria a la estación de trenes de la ciudad para fotografiar el Shinkansen Nozomi. Desgraciadamente si no estás dispuesto a pagar un billete para subir (o no tienes tiempo para ello), no puedes llegar a los andenes. Tampoco hay ningún paso a nivel en la ciudad en el que hacer trainspotting, porque las vías del Shinkansen están elevadas. La única posibilidad de hacer una foto que se me ocurrió fue subirse a un edificio más alto que las vías. Me colé en un aparcamiento de coches y llegué al tejado, desde el que vi pasar al Nozomi y le saqué una instantánea (círculo rojo) con la que podría ganar un premio de concurso:



Foto de la bahía de Hiroshima desde la ventana del hotel.


Y hablando de círculos rojos y por último, uno de mis clásicos del autodisparo; no sé si los echabais de menos.

miércoles, noviembre 11, 2009

Música para los mejores momentos


Como veo que con grullas/patos/aves no consigo motivaros, a ver si un tema más escatológico os saca del sopor.

Lo de los retretes en Japón con función bidé incorporada seguro que ya lo sabéis. Por si acaso y para refrescar [sic], aquí la consola de mandos:


Y aquí el aparato en funcionamiento:


Pero ahora atención, que he encontrado el retrete con banda sonora de fórmula 1*:




Y para finalizar, una anécdota (verdadera) de cómo la conocida confusión de la "R" con la "L" de los lenguajes asiáticos puede afectar el estado de embriaguez (!) del individuo: Estoy en el restaurante del hotel, cenando solo mientras leo un libro. Es un libro que compré de joven ("Kanji, la escritura japonesa") y como mi japonés se quedó atascado hace mucho tiempo en la lectura de katakanas e hiraganas, había decidido que este viaje era una ocasión excelente para traerlo y repasarlo. La comida es de primera: una sopa Misu con almejas y de segundo un bistec de ternera Kobe con salsa Toriyaki. Me he tomado ya tres cervezas y decido que es horita de irse a la cama. Así que pido la factura, pero como mi conocimiento del idioma local no mejora linealmente con el número cervezas ingeridas ("¿Como se decía, Ikura desuka o Ikura kudasai? ¿O era Iruka, en vez de Ikura?") la pido mejor en inglés ("bill"). La camarera desaparece y aparece de nuevo al cabo de unos instantes con una cervecita ("beer") más, con la que me da la puntilla. Bona nit, que dicen en mi pueblo.

* Filmado en los urinarios públicos un local de karaoke. Pero ésa, es otra historia.

lunes, noviembre 09, 2009

Pero, ¿es una grulla o un pato?



Virus de gripe A traicioneros, hostiles oficinas de inmigración, transbordos en aeropuertos extraños, un pasaporte a punto de caducar y casi diez mil kilómetros he tenido que dejar atrás hasta poder llegar a Hiroshima. Allí finalmente he tenido el honor de servir durante quince minutos al sensei Masanori Katoh, quien me ha enseñado a hacer la eternamente imitada, pero nunca igualada orizuru (grulla) de Prison Break. Menos mal que las series de TV dan un sentido a mis viajes...

sábado, noviembre 07, 2009

Catapultados a la fama


Mi sombrero australiano se va a hacer mundialmente famoso ahora que he aparecido en la prensa mientras plantaba otro roble más:


Los periodistas asedian a la familia Tempora-Mores: Hace poco unos vecinos nos llamaron la atención sobre el hecho de que en el periódico local aparecía nuestro hijo con la Oma.


Ya que estaba escaneando, aquí va un dibujo reciente del agente J.


Aún no tengo claro si se trata de las cuerdas de los globos o de dedos extra-largos.

lunes, noviembre 02, 2009

Un año de rueda, diez años de hombre



Cuando cambias un mínimo de ocho ruedas cada doce meses -y suerte que tenemos un solo coche- de puro aburrimiento empiezas a leer los textos moldeados en los flancos de los neumáticos mientras aflojas sus tornillos. Y bueno, pues seguro que se disfruta más leyendo a Goethe, pero los códigos grabados en los neumáticos pueden ser también muy instructivos y sacarte inesperadamente de dudas.

Por ejemplo: yo venía ya observando desde hace un tiempo que aunque el perfil de las ruedas de verano todavía estaba potable (más de 3 mm), la superficie del neumático estaba algo porosa y mostraba grietas. Suspicaz que se ha vuelto uno con el paso del tiempo, empecé a pensar que cuando compré el automóvil de segunda mano me habían colado en el concesionario unos Michelin más antiguos que el propio coche. Pero mira, gracias a mis sanos hábitos de lectura sé ahora cómo averiguar la antigüedad de unos neumáticos:

DOT FUTA JHAx0305

Es el código DOT que tienen todos los neumáticos y que podéis leer vosotros mismos al agrandar la foto (encuadrado en rojo). Los últimos cuatro dígitos indican una fecha de fabricación:
- Los dos primeros son la semana del año
- Los dos últimos son el año (con un 2000 antepuesto)

Así que los neumáticos son de enero de 2005, dos meses antes de que el vehículo fuera inscrito en la oficina de matrícula. No parece que haya habido fraude: las ruedas se montaron poco antes de dar de alta el vehículo (ya que nadie lleva el coche rodando sobre las llantas a la oficina de tráfico para que lo inscriban).

Así que las ruedas tienen ya casi cinco añitos cumplidos. ¿Es normal que muestren signos de vejez? Según el estado actual de la técnica, el tiempo absoluto de vida de un neumático es como máximo de diez años independientemente de su kilometraje y sólo a razón de la vejez del material, aunque la asociación federal de comerciantes de neumáticos recomienda cambiar cada seis años, y en cualquier caso nunca más tarde de ocho para evitar peligrosos reventones.


Ahora las ruedas de verano se retiran al sótano, fresquitas y sin mucha luz, que es como ellas les gusta. En Pascua del año que viene ya veremos cómo están de salud.